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El régimen de ocupación israelí planea expulsar a los palestinos de Gaza a Sudán del Sur
El régimen de ocupación israelí habría entablado conversaciones con Sudán del Sur en la intención de expulsar a los palestinos que residen en la Franja de Gaza a ese país africano, en el marco de un esfuerzo mayor de Tel Aviv para forzar la emigración masiva del enclave, devastado tras casi dos años de bombardeos, reporta la agencia the Associated Press (AP), que cita a seis personas familiarizadas con la situación.
Las fuentes no precisaron en qué punto se encuentran las conversaciones, pero de concretarse esta alternativa, ello equivaldría a trasladar forzosamente a millones de personas de un territorio en crisis humanitaria a otro que está en situaciones semejantes. Eso, lejos de apaciguar preocupaciones por el respeto a los derechos humanos, las pondría con mayor fuerza sobre el tapete, apunta la agencia estadounidense.
De su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, asegura que quiere hacer posible el plan del presidente estadounidense, Donald Trump, de reubicar a la mayor parte de la población gazatí a través de lo que Netanyahu denomina “migración voluntaria”. A estos efectos, Tel Aviv ha presentado propuestas similares a otras naciones de África.
“Creo que lo correcto, incluso según las leyes de guerra que conozco, es permitir que la población se marche y luego atacar con todas las fuerzas al enemigo que permanece allí”, sostuvo el premier israelí en una entrevista con un medio local (citada por AP) en la que, sin embargo, no aludió a Sudán del Sur.
Las tentativas de reasentamiento han sido rechazadas por los palestinos, así como por muy diversas entidades de derechos humanos y gran parte de la comunidad internacional, que ven en ellas un mecanismo de expulsión forzada que contraviene lo consagrado en el derecho internacional.
Entre los repudios destaca el de Egipto, que se opone decididamente a los planes de traslado masivo de palestinos fuera de Gaza, ante el temor de tener que hacerle frente a una oleada de refugiados.
Dos funcionarios egipcios dijeron a AP que están al tanto de los movimientos que la entidad sionista adelanta desde hace meses para conseguir algún país que acepte a los palestinos que serían eventualmente expulsados de Gaza, incluido Sudán del Sur. Ambos admitieron que El Cairo presiona a Juba para que no ceda ante Tel Aviv.
Pese a las oposiciones, Sudán del Sur podría obtener beneficios de este acuerdo al estrechar lazos militares con el régimen israelí y acercarse a Trump, quien meses atrás propuso desalojar el enclave y hacer de él “la riviera de Oriente Medio”.
Joe Szlavik, fundador de una firma estadounidense de cabildeo que trabaja con Sudán del Sur, sostuvo que fue informado de la existencia de las conversaciones por las autoridades sursudanesas y aseguró que una delegación israelí visitará próximamente el país para evaluar la posibilidad de instalar campamentos para los palestinos, si bien todavía no se ha confirmado ninguna fecha.
Previamente, la prensa ha reportado la existencia de conversaciones similares emprendidas por EEUU y la entidad sionista con Sudán y Somalia, dos países también afectados por la guerra y el hambre, así como con la región separatista de Somalilandia, pero no se han hecho públicos los avances de esos intercambios.
Szlavik, contratado por las autoridades sursudanesas para mejorar sus lazos con Washington, apunta que si bien no está directamente implicado, el Gobierno de Trump está al corriente de las conversaciones que impulsa el régimen israelí con esas naciones africanas.
En su decir, Sudán del Sur querría que la Casa Blanca elimine las restricciones de viaje que le impuso a sus ciudadanos y levante las sanciones que pesan sobre algunos miembros de la clase política. Como muestra de buena voluntad, ya aceptó a ocho personas expulsadas de territorio estadounidense en el contexto de las deportaciones masivas.
“Sudán del Sur, con problemas económicos, necesita cualquier aliado, ganancia financiera y seguridad diplomática que pueda conseguir”, valoró Peter Martell, periodista y autor de un libro sobre el país, 'First Raise a Flag'. En ese texto se afirma que, durante décadas, el Mossad apoyó a los sursudaneses durante la guerra civil que libraron contra el Gobierno de Jartum hasta que consiguieron la independencia en 2011.
La situación en Sudán del Sur es inestable. El acuerdo de paz con Sudán, suscrito siete años atrás, es frágil y no se ha implementado por completo, y el país depende de ayudas internacionales para mantener a flote a sus cerca de 11 millones de habitantes, todo lo cual difícilmente lo hace un destino posible para los palestinos de Gaza.
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