Internacional
Los líderes de la Resistencia son los mártires en el sendero de la libertad.

Pero la posición del Sheikh, determinado no aceptar negociar con los ocupantes, no sea su única arma. Comenzó muy rápidamente su Resistencia contra la normalización de los mantenimientos con el enemigo sionista y contra la judaización. El Sheikh que se encontraba en Irán, cuando los carros israelíes invadieron los pueblos del sur, acortó su visita para volver al país. A partir de las mezquitas, llamó a los habitantes del Sur libanés a boicotear la ocupación, al negarse, a comprar los productos israelíes y a no hablar o sonreír a un soldado sionista cualesquiera sean las razones. “Haga todo lo que irrita al israelí, esta tierra nos pertenece a y ellos ciertamente acabaran de irse", repetía cada ocasión.
En 1983, ha estado detenido por las fuerzas de ocupación israelí y fue traslado al Nabatiyeh y no al campo de Anssar, que estaba una campo de detención en la cual fueron encarcelados millares de libaneses y de palestinos. Las fuerzas sionistas utilizaron contra él todos los métodos de torturas e insistían a lo que dejaba el Sur, pero negó. Frente a las reacciones populares y frente a las sentadas organizadas en su pueblo Jibshite, los israelíes les liberaron 17 días después.
Las amenazas israelíes no podían disuadir a este Sheikh hecho líder de perseguir su lucha contra la ocupación. En este período, las operaciones de la Resistencia se intensificaban cada vez más y "el Sheikh de la resistencia" las supervisaba en persona. Para el ejército enemigo, el asesinato de este hombre que apelaba a la Resistencia por todos los medios se había vuelto necesario.

Sayyed Abbas Moussawi trabajaba en la formación de los grupos de Resistencia. Al principio de la invasión israelí para Líbano, le dejó su residencia en Baalbeck para habitar en Beirut y se orientó luego hacia el sur. Pasaba su tiempo con los miembros de la Resistencia y vigilaba las operaciones contra los ocupantes. Su estrategia consistía en devolver la Resistencia aceptable en los ojos del pueblo, porque solo el pueblo puede darle su legitimidad.
A pesar de las horas largas que pasaba ocupándose de la Resistencia, Sayyed Abbas encontraba el tiempo para escuchar los problemas de la población cual él servía de todo su corazón.
El 16 de febrero de 1992, decidió participar en la conmemoración del aniversario del asesinato de Sheikh Ragheb Harb en el Sur del Líbano. Allá pronunció su último discurso en el cual llamó a la gente a proteger la Resistencia. En su vuelta a Beirut, los helicópteros israelíes atacaron la comitiva en la cual se encontraba. Sayyed Abbas cayó en mártir con su esposa, y su hijo de cinco años de edad y cuatro otras personas.

Fatima Ali