Internacional
Colombia investiga supuesto espionaje militar
Santos: "Fuerzas oscuras" querrían sabotear el proceso de paz
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ordenó el martes investigar supuestas interceptaciones ilegales de comunicaciones a algunos de sus negociadores en el diálogo de paz con las FARC por parte de efectivos del Ejército y sugirió que "fuerzas oscuras" serían las responsables para sabotear el proceso.
La revista Semana había denunciado que desde un local habilitado como restaurante y sala de internet en una concurrida zona comercial de Bogotá se habrían intervenido comunicaciones privadas.

"Le he dado instrucciones perentorias al señor ministro de la Defensa y a los señores comandantes de las Fuerzas Militares y del Ejército que me investiguen hasta el fondo sobre esta situación, hasta dónde ha podido llegar este uso ilícito de la inteligencia", declaró el mandatario a periodistas después de una reunión con la cúpula militar.
"Es algo totalmente inaceptable", dijo el presidente al precisar que la investigación busca poner al descubierto "fuerzas oscuras que están tratando de sabotear (...) el proceso de paz" y los contactos que éstas tendrían al interior del Ejército.
La publicación reveló que el jefe del equipo negociador del Gobierno, el ex vicepresidente Humberto de la Calle; el alto consejero para la paz, Sergio Jaramillo; y el Alto Consejero Presidencial para la Reintegración, Alejandro Eder, habrían sido objeto de interceptaciones de sus correos electrónicos y mensajes a través del PIN y WhatsApp de sus teléfonos móviles.

"Es un complejo entramado que pone en evidencia una serie de interceptaciones ilegales por parte de sectores del Ejército Nacional del cual haría parte esta fachada y una sala de interceptaciones en una instalación militar", dijo la revista en su sitio www.semana.com.
La Fiscalía General recopiló algunas denuncias y allanó la semana pasada el lugar, donde confiscó computadores que son analizados como parte de una investigación que sería paralela a la ordenada por el Gobierno.
El objetivo de las interceptaciones era obtener información de primera mano sobre la negociación de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), según las fuentes citadas por la revista.