Las autoridades sirias convocaron el lunes unas elecciones presidenciales para el 3 de junio. La convocatoria fue anunciada en la televisión estatal, el presidente del Parlamento, Mohamed al Laham, dijo que las candidaturas se aceptarían hasta el 1 de mayo. La votación para los sirios que están fuera del país tendrá lugar el 28 de mayo en las embajadas y consulados del país, agregó.


Las reacciones no se han hecho esperar y la Coalición Nacional Siria (CNFROS), principal alianza política opositora, ha rechazado de forma rotunda la convocatoria de elecciones y ha adelantado que no las reconocerá.

Países occidentales y del golfo Pérsico que apoyan a la oposición calificaron los planes para celebrar unos comicios de "parodia de la democracia" y agregaron que socavaría los intentos de negociar un acuerdo de paz.

Las negociaciones celebradas en Ginebra con el patrocinio de la ONU fracasaron en febrero, y ambas partes permanecían lejos de un acuerdo, entre otros factores por la cuestión de si Al-Assad debería dejar o no el poder.

Candidatura de Al-Assad

El presidente sirio, Bashar al-Assad, no ha dicho si se presentará a los comicios, pero sus aliados en Rusia y en el movimiento libanés Hezbolá han predicho que participará y ganará.


El portavoz del Gobierno afirmó en diciembre que Al Asad permanecería como jefe de Estado, antes de iniciar las conversaciones en Ginebra, y el propio presidente apuntó en octubre que no veía impedimentos para presentarse a las elecciones en caso de que se desarrollaran.

Nueva ley electoral

El Parlamento estableció unas nuevas normas que permiten que se presenten varios candidatos a los comicios, aunque estipula que deben haber residido en Siria durante diez años seguidos, lo que descartaría a la mayoría de los líderes opositores, que viven en el exilio.