La Unión Europea y Cuba esperan pactar "una hoja de ruta" para las negociaciones del nuevo acuerdo de diálogo político y cooperación en la primera ronda que acogerá La Habana este martes y miércoles, según han avanzado fuentes europeas.

"La primera sesión se centrará principalmente en el establecimiento de las modalidades y una hoja de ruta para las negociaciones", según ha informado Europa Press de fuentes europeas conocedoras.

El director para las Américas del Servicio Europeo de Acción Exterior, Christian Leffler, encabezará las negociaciones por parte europea mientras que por parte cubana lo hará el viceministro de Relaciones Exteriores, Abelardo Moreno, según las fuentes consultadas.


La idea es mantener reuniones cada dos meses -en La Habana y Bruselas de forma alternativa- y contactos informales entre medias, incluido por videoconferencia.

El propio Leffler confío el pasado mes de marzo en que ambas partes hicieran "un buen progreso" en las negociaciones aunque auguró que "resultados más lentos" con Cuba que con otros socios de la zona con los que la UE negocia otro tipo de acuerdos.

El acuerdo, que fue promovido por el anterior Gobierno español de José Luis Rodríguez Zapatero y cuyo mandato fue aprobado por los Veintiocho en febrero, se tratará de cerrar "en algún momento en 2015", según una fuente de alto nivel europea, que ha recalcado que "mejor un buen acuerdo que rápido" dado que se supone que debe enmarcar las relaciones bilaterales "durante 15 o 20 años".

Se espera que el acuerdo de normalización de las relaciones potencie las inversiones europeas en áreas con potencial como la agricultura y el turismo, aunque nunca se ha contemplado negociar un acuerdo de libre comercio bilateral.

El nuevo acuerdo representa un giro relevante en las relaciones bilaterales porque está llamado a reemplazar la Posición Común que la UE adoptó en 1996 -a instancias del Gobierno español liderado por José María Aznar y que condiciona todo avance en las relaciones a la mejora de la democracia y los Derechos Humanos-, pero no supondrá en la práctica un cambio sustancial en la política europea hacia la isla. La idea es poder eliminar la Posición Común una vez concluido el nuevo acuerdo.