Una nueva matanza puso fin a la frágil tregua que apenas duró dos horas. Los bombardeos israelíes cerca de la ciudad de Rafah, al sur de Gaza, mataron este viernes al menos a 40 personas, y causaron heridas a más de cien, según el hospital local.

El bombardeo masivo es, como anuncia oficialmente el ejército invasor, la respuesta a un ataque contra tropas israelíes que “operaban en la zona”, y sobre todo, "por el temor de que un soldado haya sido secuestrado. Se hace el máximo esfuerzo para encontrarle".


"A las 9.30 se produjo un ataque contras las fuerzas del ejército que operaban para neutralizar túneles. Las indicaciones iniciales sugieren que un soldado israelí ha sido secuestrado por terroristas", afirma el ejército en un comunicado.

De su parte, Hamas denuncia que “Israel” violó el acuerdo con el fuego masivo de artillería en esa zona.

El dirigente de Hamas, Ossama Hamdan, confirma hoy el acuerdo y avisa: "Las facciones palestinas nos hemos comprometido a una tregua de 72 horas pero hemos dejado claro a los mediadores que si la otra parte no cumple las condiciones, la resistencia responderá de forma inmediata".


La entidad sionista está recibiendo en los últimos días numerosas críticas internacionales por el elevado número de víctimas civiles en la ofensiva de Gaza y sobre todo por la muerte de 16 personas mientras estaban bajo refugio en un centro de la ONU en el campamento de Yabalaya.