Internacional
Al-Maliki ordena a la aviación iraquí respaldar a los Peshmerga
Ejército iraquí se une a las fuerzas kurdas contra terroristas de Daesh
El Ejército gubernamental de Iraq aumentó el apoyo a los militares kurdos para mantener el control de zonas liberadas del dominio de milicianos del Estado Islámico (EI), más conocido como Daesh, en regiones del noroeste del país.
El primer ministro Nuri Al-Maliki, en su condición de comandante en jefe del Ejército, ordenó a la aviación proveer todo el respaldo necesario a los efectivos kurdos (Peshmerga) que el lunes reconquistaron las áreas de Rabia y Sanoon, en el distrito de Sinjar, así como la mayoría de las aldeas en Zammar, en Mosul.
Los combates causaron la muerte de al menos 50 terroristas dejados tendidos en calles ante el repliegue apresurado de los irregulares por el avance de los Peshmerga asistidos por aviones de combate y varias milicias aliadas kurdas.
El portavoz de Al-Maliki para asuntos militares, Qassim Atta, afirmó que hospitales de Tal Afar recibieron a decenas de terroristas, muertos y heridos, luego de los choques en la parte noroeste de Mosul, la segunda ciudad de Iraq y capital de la provincia de Nínive. Los terroristas de Daesh también abandonaron dos pozos petroleros que ocuparon el fin de semana en Rabia y Zammar, aseguró un oficial kurdo.
Otros 13 terroristas cayeron en Rabia, el oeste de Mosul, como consecuencia del bombardeo de aviones no tripulados y la artillería terrestre, y otros dos fueron abatidos cerca de una mezquita impactada por cohetes lanzados desde el aire.
Un día antes, los milicianos de Daesh habían dinamitado santuarios pertenecientes a la secta minoritaria Yazidi y asesinaron a 70 de sus miembros.
Asimismo, fuentes médicas indicaron que al menos cuatro milicianos murieron y otros siete resultaron heridos en las últimas horas a causa de los bombardeos de la artillería del Ejército contra Fallujah, una importante ciudad de Al-Anbar dominada por Daesh, mientras que en Ramadi se intensificaron las escaramuzas, aunque sin lograr la expulsión de los terroristas que permanecen desplegados en la capital de Al-Anbar.
| El primer ministro Nuri Al-Maliki, en su condición de comandante en jefe del Ejército, ordenó a la aviación proveer todo el respaldo necesario a los efectivos kurdos (Peshmerga) que el lunes reconquistaron las áreas de Rabia y Sanoon, en el distrito de Sinjar, así como la mayoría de las aldeas en Zammar, en Mosul.

Los combates causaron la muerte de al menos 50 terroristas dejados tendidos en calles ante el repliegue apresurado de los irregulares por el avance de los Peshmerga asistidos por aviones de combate y varias milicias aliadas kurdas.
El portavoz de Al-Maliki para asuntos militares, Qassim Atta, afirmó que hospitales de Tal Afar recibieron a decenas de terroristas, muertos y heridos, luego de los choques en la parte noroeste de Mosul, la segunda ciudad de Iraq y capital de la provincia de Nínive. Los terroristas de Daesh también abandonaron dos pozos petroleros que ocuparon el fin de semana en Rabia y Zammar, aseguró un oficial kurdo.
Otros 13 terroristas cayeron en Rabia, el oeste de Mosul, como consecuencia del bombardeo de aviones no tripulados y la artillería terrestre, y otros dos fueron abatidos cerca de una mezquita impactada por cohetes lanzados desde el aire.

Un día antes, los milicianos de Daesh habían dinamitado santuarios pertenecientes a la secta minoritaria Yazidi y asesinaron a 70 de sus miembros.
Asimismo, fuentes médicas indicaron que al menos cuatro milicianos murieron y otros siete resultaron heridos en las últimas horas a causa de los bombardeos de la artillería del Ejército contra Fallujah, una importante ciudad de Al-Anbar dominada por Daesh, mientras que en Ramadi se intensificaron las escaramuzas, aunque sin lograr la expulsión de los terroristas que permanecen desplegados en la capital de Al-Anbar.