El primer ministro de Iraq, Nuri al-Maliki, anunció el miércoles su renuncia (a un tercer mandato), a favor de Haidar al-Abadi, a quien el presidente Fuad Masum encomendó formar un nuevo gobierno, “por el bien de la unidad de nuestro país y por reforzar la lucha ante los terroristas de Daesh”, según expresó él mismo.


Al-Maliki apareció en cadena nacional televisiva junto con su sucesor y miembros de la coalición política “Estado de Derecho” para hacer pública su renuncia.

“Anuncio ante ustedes hoy la retirada de mi candidatura y (entrego) mi apoyo a Haidar al-Abadi, a fin de facilitar el proceso político y la formación del nuevo gobierno”, expresó Al-Maliki en su discurso.

El hasta este jueves primer ministro se negaba a dimitir, al considerar que tenía la legitimidad suficiente para permanecer en el cargo por ser el líder del mayor bloque en el Parlamento.

La decisión de Al-Maliki provocó un ambiente de satisfacción dentro de Iraq y en el extranjero. La dimisión del líder iraquí fue aplaudida por los gobiernos a nivel mundial, mientras dentro del país se espera que ponga fin al estancamiento político en que se encontraba Iraq al tener dos virtuales primeros ministros.