El ex dictador Manuel Antonio Noriega, encarcelado en Panamá por la desaparición de opositores, podría cumplir su condena en casa o en un hospital, si las autoridades accedieran a la solicitud de los médicos privados que le atienden, que alegan estar "preocupados" por su salud.

A Noriega, de 78 años, que pasó 5 días hospitalizado tras sufrir un desvanecimiento en la cárcel por problemas de hipertensión y una isquemia cerebral, el 5 de febrero, se le han descubierto nuevas enfermedades, lo que hace temer por su salud, afirmaron los médicos.

"La preocupación nace del hecho de que después que el general estuvo hospitalizado recientemente recibimos documentos elaborados por los colegas que lo atendieron ahí que afirman los factores de riesgo", y la cárcel "no es el lugar apropiado para tratarlo", aseguró su médico de cabecera, Eduardo Reyes.

Reyes dijo que Noriega podría sufrir otro derrame cerebral y hasta un infarto, si no se le atiende apropiadamente.



Sin embargo, el ministro panameño de Salud, Franklin Vergara, aseguró que "Noriega está estable y fuera de peligro".

Noriega, que gobernó de facto Panamá de 1983 a 1989, cuando fue derrocado en una cruenta invasión de tropas de Estados Unidos, cumplió 21 años de cárcel sucesivamente en Miami y París por narcotráfico y lavado de dinero.