El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, llamó a los ciudadanos a "permanecer unidos" y "no desesperar" en un momento en que se está poniendo a prueba a la nación, tras vivir ayer uno de sus peores atentados recientes contra una mezquita, donde murieron decenas de personas.

El líder nigeriano expresó su pésame, en un comunicado, "a todas las familias que perdieron a sus seres queridos" en el atentado, cuya autoría apunta al grupo terrorista Boko Haram aunque todavía no ha sido reivindicado.


"El presidente confía en que ningún acto terrorista contra los ciudadanos impedirá que el espíritu nigeriano siga siendo positivo, resuelto y unida en la búsqueda de una paz y seguridad duraderas en el país", afirmó el comunicado.

"El presidente Jonathan pide a todos los nigerianos que no desesperen en este momento, una gran prueba para la historia de nuestra nación, y que permanezcan unidos para enfrentar al enemigo común", continúa el texto presidencial.

También apeló a todos los nigerianos a permanecer vigilantes y cooperar activamente con los cuerpos de seguridad para "ganar la guerra contra el terrorismo".


El número de personas que fallecieron a causa del ataque con tres bombas perpetrado este viernes contra la mezquita central de Kano, la ciudad más grande del norte de Nigeria, ha ascendido a 81, según han informado fuentes médicas.

"Había tres bombas colocadas en el patio de la mezquita y explotaron simultáneamente", dijo una fuente de seguridad. "Después, abrieron fuego", añadió.

Las bombas estallaron justo antes de que el Imam de la mezquita comenzara las oraciones, por lo que el templo estaba muy concurrido.