Los combatientes kurdos de la Unidad de Protección Popular (YPG) lograron expulsar a los terroristas de la ciudad siria Ain Arab (Kobani) después de cuatro meses de duros y continuos combates, y entraron en las zonas periféricas de la ciudad.

La liberación de Kobani es una “gran bofetada” al grupo terrorista Daesh que con la cual sufre dos derrotas, una simbólica y otra militar.


Desde el 16 del pasado mes de septiembre, Daesh lanzó una ofensiva y tomó el control de unos 300 pueblos cercanos antes de entrar a la ciudad de mayoría kurda en el 3 de octubre.

Kobani estaba a punto de caer bajo el control de los terroristas, cuando a finales de octubre las fuerzas kurdas recuperaron la iniciativa y frenaron el avance de Daesh.

Los enfrentamientos han dejado más de 1.600 muertos, entre ellos 1.196 miembros de Daesh, según datos del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.


Fotografías publicadas en redes sociales mostraron este lunes la bandera de la YPG siendo izada en los alrededores de Kobani, y combatientes estrechando las manos. Al caer la noche, reportes aseguran que se escucharon disparos de celebración.