La Fiscalía de la capital francesa prosigue la investigación de lo que denomina "vuelo de aeronaves en zona prohibida", una pesquisa más específica abierta tras el aumento en la frecuencia de estos hechos.

Acorde con datos del Ministro del Interior, desde el pasado 5 de octubre se han detectado 60 sobrevuelos de drones en áreas que tienen prohibidas, como centrales nucleares y zonas urbanas como París.

Mientras, pululan las interrogantes en torno a cómo es posible que varios meses después las investigaciones no hayan arrojado pistas concretas.


El titular de esa cartera, Bernard Cazeneuve, señaló que para enfrentar los hechos se han adoptado medidas preventiva como informar a los compradores de drones de las limitaciones que tienen y de que, si las incumplen, se exponen a penas endurecidas que pueden llegar a un año de prisión y 75 mil euros de multa.

El más reciente de estos hechos ocurrió la noche del martes cuando un gendarme avistó un aparato en las proximidades de la Plaza de la República.

El 20 de enero una aeronave de pequeño tamaño, supuestamente un dron, sobrevoló la sede de la Presidencia.

Entretanto, el tema de la seguridad de las centrales nucleares en Francia persiste con notificaciones frecuentes de acercamientos de aeronaves en algunas plantas, lo cual está prohibido en un perímetro de cinco kilómetros y mil metros de altitud.

La violación de estas regulaciones provoca preocupación pues aún no hay claridad en cuanto a quién está detrás de estas acciones y cuáles son sus propósitos.