Al menos 142 personas murieron y otras 351 resultaron heridas el viernes en tres atentados suicidas contra dos mezquitas de Saná, la capital de Yemen, los primeros en ese país reivindicados por el grupo terrorista Daesh.

Cuatro hombres que llevaban cinturones con explosivos efectuaron los ataques durante las plegarias del viernes.

Un suicida activó el cinturón explosivo que llevaba fijado al cuerpo dentro de la mezquita Badr, en el sur de Saná, seguido de otro en la entrada de la mezquita, según testigos, cuando los fieles intentaban salir del lugar. Un tercer kamikaze se hizo explotar en una mezquita en el norte de la capital. Los atentados se produjeron casi simultáneamente.


Entre los fallecidos en el primer atentado se encuentra el imam de la mezquita, Murtada ben Zayd al Muhatwari.

El grupo terrorista daesh reivindicó los atentados a través de un comunicado publicado en internet, en el que amenazaba con más ataques contra los huzíes.

Un cuarto atentado suicida tuvo lugar en Sada, bastión de los huzíes en el norte, donde un kamikaze se hizo explotar delante de una mezquita sin causar víctimas, después de que las fuerzas de seguridad le impidieran entrar.

Por otro lado, el presidente Abd Rabu Mansur Hadi tuvo que ser evacuado el jueves hacia un "lugar seguro" después de que un bombardeo aéreo apuntara contra su palacio en Adén y de que sus fuerzas se enfrentaran contra las del general rebelde Abdel Hafez al Sakkaf, que rechazó ser destituido por el jefe del Estado.

Fuentes del Movimiento Huzí acusaron a “agencias extranjeras” de estar detrás de los sangrientos atentados.