Internacional
El presidente sirio defiende la presencia rusa en el Mediterráneo
Al Assad se muestra "abierto" al diálogo con Estados Unidos
El presidente sirio, Bashar al Assad, ha defendido la presencia militar rusa en las costas orientales del Mediterráneo, al tiempo que se ha mostrado "abierto" al diálogo con Washington, siempre que “se respete la soberanía siria, considerando que “cualquier diálogo, en principio, es positivo”.
"En Siria podemos decir que el diálogo es algo positivo y estamos abiertos a cualquier diálogo con cualquiera, incluido EEUU, siempre que se base en el respeto mutuo", dijo Al Assad en una entrevista con la cadena estadounidense CBS, que emitirá la entrevista completa el próximo domingo en su programa "60 minutos".
El presidente sirio explicó que actualmente no hay comunicación directa entre su Gobierno y el de EEUU, antes de insistir en que "cualquier diálogo es positivo (...) sin presiones sobre la soberanía de Siria".

Sus declaraciones se producen días después de que el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, admitiese que su Gobierno tendría que acabar negociando con el régimen de Damasco una salida pactada al conflicto que sacude Siria.
"Yo diría que lo que tenemos en Siria hasta el momento es sólo una declaración, nada concreto, no una nueva realidad sobre el enfoque político de EEUU hacia nuestra situación, nuestro problema, nuestro conflicto en Siria", dijo Al Assad respecto a las palabras de Kerry.
De otra parte, el Presidente sirio ha afirmado que “la presencia rusa en las costas orientales del Mediterráneo, incluido el puerto sirio de Tatous, es necesaria para mantener el equilibrio perdido tras la descomposición de la Unión Soviética”.
Al Assad, en una entrevista con la cadena RT y otros medios rusos, ha añadido que “la presencia rusa es importante para Siria”, afirmando que “Damasco ve con buenos ojos la expansión rusa en la región, sobre todo en las costas sirias”.
Asimismo, ha subrayado que el papel de Moscú contribuye a establecer la paz y la seguridad en el mundo, y que las crisis en Siria y Ucrania tienen como objetivo “debilitar a Rusia”.