Arabia Saudita emplea munición prohibida internacionalmente en su agresión contra Yemen. Es el resultado de una serie de indicios y testimonios recogidos desde el inicio de la agresión saudí.

La organización humanitaria, Human Rights watch, ha declarado por su parte que dispone de evidencias que Arabia saudita utiliza bombas de racimo en sus bombardeos sobre zonas residenciales en Yemen. “Bastaría una visita a los hospitales para comprobar las pruebas”, dice la organización de derechos humanos.


Medicos yemeníes aseguran que Arabia Saudita está implicada en el uso de armas prohibidas mundialmente, como las “bombas de bacterias” y de racimo, citando que en algunos casos, que se han transferido al hospital, aparecen protuberancias de piel y cortes profundos como consecuencia de los bombardeos, y esto podría transformarse en casos de enfermedades cancerosas de piel.

Los médicos yemeníes reclaman examinar los restos de las bombas y las esquirlas de forma rápida, así como acusan al Reinado de los Al Saud de cometer crímenes de guerra, por lo que tienen que ser juzgados.


De otra parte, el líder del Movimiento Huzí (Ansarolá) en Yemen, Abdel Malek al Huzi, aseguró este domingo que los yemeníes resistirán a la "salvaje agresión" de Arabia Saudita, y sus aliados, que encabeza una campaña de bombardeos contra la población desde hace más de tres semanas.

"Nuestro pueblo yemení nunca cederá" a la "salvaje agresión" de Arabia Saudita, declaró Al Huzi en un discurso televisado.

El régimen saudita "no tiene derecho a intervenir en los asuntos" de Yemen, “nuestro pueblo tiene derecho a elegir su propio gobierno”, aseveró.