Antes de que se calmaran las protestas contra la Policía de Estados Unidos por “violencia racista”,  estalló otro foco de protestas similares dentro de la entidad sionista.

Violentos enfrentamientos sucedieron la noche de este domingo en Tel Aviv entre la policía israelí y colonos judíos de origen etíope que protestaban contra la “brutalidad policial” y la “discriminación institucional” que sufren.

Miles de manifestantes se habían congregado en la plaza Rabín en Tel Aviv, tres días después de una marcha en Al-Quds (Jerusalén) que también terminó con incidentes. “No a la violencia policial contra los judíos negros”, reclamaba la multitud, mientras uno levantó una pancarta donde se podía leer “En Europa matan a los judíos por ser ´judíos´, en Ísrael´los matan por ser negros”.

La policía montada lanzó granadas aturdidoras y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes e impedirles que atacaran el Ayuntamiento, según la prensa hebrea.

Los manifestantes arrojaron piedras, botellas y sillas a la policía, que replicó también con cañones de agua y bombas lacrimógenas para alejar a manifestantes de las calles adyacentes, pero en vano.


Según la policía, 46 policías y al menos siete manifestantes sufrieron heridas. Fueron detenidos 43 manifestantes.

La manifestación había congregado 10.000 personas según la prensa y unas 3.000 en estimaciones de la policía.

La manifestación había sido convocada en protesta por un video difundido por los medios de comunicación, que muestra a dos policías golpeando a un soldado israelí de origen etíope uniformado, hace una semana en Holon, cerca de Tel Aviv.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió que "serán estudiadas todas las denuncias" contra la policía. "Pero no cabe la violencia", añadió.

Por su parte, el ministro de Interior, Yitzhak Aharonovitch, explicó que era complicado dispersar a los "agitadores" porque no tenían jefe. "No teníamos a quien hablar", declaró a los periodistas.

En la entidad sionista viven más de 135.000 judíos etíopes, que descienden de comunidades apartadas de otros judíos durante siglos, que las autoridades religiosas de Israel reconocieron tardíamente como pertenecientes a la fe judía.

La decisión conllevó la organización de dos puentes aéreos, en 1984 y 1991, y la llegada de 80.000 etíopes a la entidad sionista.