A partir de este miércoles los palestinos de Cisjordania que trabajan en “Palestina ocupada por la entidad sionista” no podrán tomar los autobuses utilizados por “los residentes israelíes”, de acuerdo a un programa piloto de tres meses anunciado por el ministerio de guerra de la ocupación israelí.

“Los palestinos no podrán viajar en los mismos autobuses que los israelíes cuando regresas a sus casas en Cisjordania, y deberán regresar a través del mismo punto de control militar que atravesaron en el camino de ida, la medida entrará en vigor este miércoles”, indicó un responsable del ministerio.


Centenares de palestinos de Cisjordania ocupada viajan cada día usando permisos especiales para trabajar, en su mayoría en el sector de la construcción.

El ministro de guerra, Moshe Yaalon, defendió la medida en la radio pública, asegurando que permitirá "un mejor control de los palestinos y reducirá los riesgos de seguridad".

Los colonos palestinos en Cisjordania llevan años pidiendo que se prohíba a los palestinos usar los transportes públicos, argumentando medidas de seguridad.

Está claro que esta decisión está motivada explícitamente en el racismo, no por preocupaciones de "seguridad", puesto que los palestinos de Cisjordania deben obtener la aprobación previa de los servicios de seguridad del Shin Bet y la Policía de la entidad sionista para poder recibir los permisos. Después, se someten a los controles corporales en los pasos fronterizos".