Internacional
Obama firma la nueva ley que regula el espionaje en EEUU
La NSA necesita la autorización del tribunal para el acceso a datos
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha promulgado este martes por la noche la ley que limita la recolección de datos privados de ciudadanos por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), poniendo así fin a la política surgida tras los atentados del 11-S. Así lo informó el secretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest. Previamente, el Senado había aprobado la iniciativa.
La Ley fue aprobada por el Senado de Estados Unidos por 67 votos a favor y 32 en contra. En mayo, la Cámara de Representantes aprobó el documento correspondiente.
La Ley llega después de que expirara la polémica Acta Patriota, que justificaba el acceso masivo a datos con la excusa de combatir el terrorismo.
La nueva ley introduce importantes restricciones en el programa de vigilancia electrónica de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), pero no lo prohíbe por completo.
De acuerdo con el documento, el derecho de recoger datos sobre las conversaciones telefónicas de los estadounidenses ahora se transfiere a las empresas de telecomunicaciones. Los servicios especiales pueden tener acceso a esta información sólo tras la autorización del tribunal.
| El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha promulgado este martes por la noche la ley que limita la recolección de datos privados de ciudadanos por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), poniendo así fin a la política surgida tras los atentados del 11-S. Así lo informó el secretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest. Previamente, el Senado había aprobado la iniciativa.

La Ley fue aprobada por el Senado de Estados Unidos por 67 votos a favor y 32 en contra. En mayo, la Cámara de Representantes aprobó el documento correspondiente.
La Ley llega después de que expirara la polémica Acta Patriota, que justificaba el acceso masivo a datos con la excusa de combatir el terrorismo.
La nueva ley introduce importantes restricciones en el programa de vigilancia electrónica de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), pero no lo prohíbe por completo.
De acuerdo con el documento, el derecho de recoger datos sobre las conversaciones telefónicas de los estadounidenses ahora se transfiere a las empresas de telecomunicaciones. Los servicios especiales pueden tener acceso a esta información sólo tras la autorización del tribunal.