Un ataque aéreo destruyó el miércoles uno de los enclaves más importantes de fabricación de coches bombas del grupo terrorista Daesh en Iraq, donde las fuerzas iraquíes se podrían enfrentar a nuevos ataques después que los terroristas cerraran una represa en la región de Al Anbar.

El ataque contra la fábrica de coches bomba, una devastadora arma cada vez más utilizada por Daesh en su ofensiva en Iraq, mató a un número indeterminado de terroristas, pero también a civiles, indicaron responsables iraquíes.


Un informe diario de la coalición internacional informó de un bombardeo "cerca de Hawija" (noreste de Bagdad) contra un enclave de coches bomba, pero por el momento no pudo confirmarse que se trate del mismo sitio.

Esta instalación, ubicada a la entrada de la ciudad de Hawija, servía para que el grupo terrorista transformara sus vehículos en bombas de gran potencia.

El bombardeo dejó una amplia zona recubierta de escombros, entre ellos piezas de vehículos.

Daesh lanza la “guerra del agua”

En Ramadi, las fuerzas iraquíes deberán hacer frente también a otro tipo de guerra lanzada por Daesh, la del agua.


El grupo cerró las compuertas de la represa Tabqa que regula el curso del río Éufrates.

Esta acción provoca cortes de agua en las zonas bajo control gubernamental y podría facilitar el cruce del río a los terroristas para lanzar nuevos ataques en otras regiones.

"Ahora Daesh está librando una sucia guerra del agua", estimó Sabah Karhout, quien encabeza el consejo provincial de Al Anbar.