Las casas de la zona vieja de la capital de Yemen, Sanaa, considerada Patrimonio de la Humanidad están siendo blanco de los bombardeos de la aviación saudí.

Aparte de las víctimas civiles que se ven sorprendidas en medio del sueño por los cohetes aire-tierra y las bombas de la agresión saudí respaldada por Estados Unidos y las monarquías árabes, el odio de los emires saudíes hacia todo lo que representa la historia de un país se ve reflejado en el constante ataque y destrucción de los monumentos históricos en Yemen, incluso han bombardeado tumbas y centros de culto.


En hechos similares a los cometidos por el grupo terrorista Daesh en Siria e Iraq, la aviación saudí sigue sembrando muertes y destrucción en el vecino país, el más pobre de Oriente medio.

El distrito más afectado (en Sanaa) fue el de Qassimi, en el cual existen casas construidas en el siglo XI, momento de expansión plena del Islam por la península Arábiga y el resto del Levante.

Aunque había sufrido algunos estragos por los casi tres meses de ataques aéreos de la coalición saudí-estadounidense-sionista, el distrito de Qassimi, situado en un valle de la zona montañosa cercana a esta capital, no había sido impactado a ese nivel.

Sin embargo, la zona, proclamada Patrimonio de la Humanidad en 1986, está habitada hace unos 2 500 años y en ella radican 100 mezquitas, 14 baños públicos y 6 000 casas construidas alrededor del siglo X.