Un bebé palestino ha muerto quemado vivo y sus padres han resultado heridos graves en un ataque cometido este viernes por colonos israelíes que prendieron fuego a su casa en la Cisjordania ocupada.

Los palestinos consideran al gobierno de la entidad sionista "totalmente responsable" de la muerte del bebé, por ser la "consecuencia directa de décadas de impunidad (...) ante el terrorismo de los colonos".

En la madrugada del viernes cuatro colonos israelíes prendieron fuego a dos casas situadas a la entrada del pueblo palestino de Duma, cerca de Nablus, en el norte de Cisjordania. En una de las casas atacadas vivía la familia Dawabcheh.


En un muro, los atacantes pintaron en hebreo "el precio a pagar", "venganza" y dibujaron una estrella de David, antes de escapar hacia una colonia cercana, Maale Efraim.

Testigos indicaron que tras el ataque el padre pudo rescatar a su esposa y al hijo mayor, pero no al bebé.

El bebé, Alí Dawabcheh, de año y medio, murió quemado vivo. Su madre Eham, de 26 años, su padre Saad y su hermano Ahmed, de cuatro años, resultaron heridos.

La madre se encuentra en estado "muy grave", con quemaduras de tercer grado en el 90% de su cuerpo, declaró un médico israelí a la radio pública, explicando que "su vida corre peligro". El padre también resultó "quemado en el 80%" de su cuerpo.

La policía israelí se ha desplegado masivamente en el casco antiguo de la ciudad santa Al-Quds, sobre todo en los alrededores de la Explanada de las Mezquitas, en previsión de manifestaciones. Los hombres menores de 50 años tienen prohibida la entrada en ella.

Desde hace años, activistas de extrema derecha israelí o colonos cometen agresiones y actos vandálicos en Palestina (ocupada por los israelíes) en nombre del "precio a pagar". Sus objetivos son los palestinos, los árabes israelíes, los lugares de culto musulmanes y cristianos. La mayoría de sus tropelías han quedado impunes.