Las fuerzas terrestres de la coalición árabe, que invadieron Yemen (en apoyo a los terroristas de Al Qaeda que han sufrido considerables derrotas en la región), tras el desembarco efectuado en el puerto de Adén (sur) y la posterior conquista de la ciudad y su avance hacia Sanaá, no consiguieron que los yemeníes “aflojaran” su lucha o se desmoralizaran, más bien, las fuerzas defensoras de Yemen (Ejército y Comités Populares) han intensificado sus ataques contra los focos terroristas en las provincias de Abian y Al Baida.

Cuatro blindados pertenecientes a las fuerzas militares de los Emiratos Árabes Unidos fueron apresados en la región de Mqabras después de fuertes enfrentamientos con los terroristas de Al Qaeda. Decenas de terroristas murieron en los combates.

En la frontera con Arabia Saudita, las fuerzas yemeníes lanzaron diez misiles tipo Grad sobre una base militar saudí en Zahran-Asir, causando bajas y daños entre las filas de los miembros de la base.

Asimismo, otros 20 misiles fueron lanzados contra dos bases militares en Yizan. Otra ráfaga de cohetes Katiuska impactó en una base de entrenamiento saudí cerca de la frontera.

Por su parte, la aviación saudí bombardeó un puente entre la ciudad de Maareb y la capital Sanaa para dificultar la circulación entre ambas ciudades e impedir el transporte de petróleo a la capital.

Otros bombardeos en varias zonas del país mataron a 18 personas, entre ellos 6 mujeres y 4 niños.