El prisionero palestino Mohamed Allan ha sido tajante en su respuesta a la condición israelí para su liberación y el abandono de la huelga de hambre que este miércoles alcanza los 64 días: Seguir la huelga de hambre con el riesgo evidente de morir antes que estar cuatro años en el exilio.

Tras salir del coma en el que estaba inmerso en las últimas jornadas, el abogado de Allan le notificó la propuesta israelí de “dejarle en libertad a cambio de abandonar Palestina hacia Jordania y permanecer allí los próximos cuatro años”. Sin vacilar, el prisionero palestino rechazó la “oferta”.


Además, Allan advierte que sin una solución antes de este miércoles al mediodía, no beberá agua ni aceptará tratamiento médico. Según sus abogados y familiares, Allan aceptaría cesar su huelga de hambre si es liberado el próximo 23 de septiembre.

"Allan es plenamente consciente de los peligros que conlleva su decisión pero está decidido a seguir la huelga de hambre hasta ser liberado, afirma su abogado Jamal Jatib.

Allan, que fue arrestado el pasado 4 de noviembre, inició a mediados de junio la huelga de hambre en protesta por su "detención administrativa".

Entre 300 y 400 presos palestinos están sujetos a la llamada "detención administrativa". Es decir, sin conocer los cargos o sin posibilidad de juicio.