Croacia cerró esta madrugada siete de sus pasos fronterizos con la vecina Serbia después de que en menos de 48 horas entraran por allí más de 11.000 refugiados de Oriente Medio, confirmó el Ministerio del Interior croata.

A pesar de la medida, los refugiados siguen entrando por el campo abierto, informó el portal de noticias croata "24sata".


"En caso de una nueva ola de refugiados de grandes proporciones como ésta, tendremos que bloquear la frontera, para poder estabilizar la situación humanitaria de la gente que ya ha entrado", había anunciado anoche el ministro del Interior croata, Ranko Ostojic.

Los refugiados quieren llegar a Austria a través de Eslovenia, desde donde pretenden viajar a Alemania y Suecia.

Medios croatas informan de que Eslovenia ha cerrado la vía férrea con Croacia después de recibir ayer un tren con el primer grupo de más de 300 refugiados.

La mayor parte de estos refugiados fueron devueltos a Croacia, un pequeño grupo parece haber podido acceder a Eslovenia para seguir su viaje hacia Austria, informan los medios locales.

Hungría cierra la frontera con Serbia

Por su parte, Hungría completó el lunes el cierre de la verja que protege su frontera con Serbia, un muro de alambre con cuchillas para desmotivar a las decenas de miles de desplazados que llevan semanas pasando por Hungría en su ruta hacia países de Europa occidental.


“El objetivo de la postura de Hungría es restablecer la destreza de Europa de proteger sus fronteras”, mencionaba el portavoz gubernamental en el puesto fronterizo de Roszke.

Los policías que protegen ese paso ya han empezado a rechazar a refugiados que llegaron después del cierre. Además, esta noche ha ingresado en vigor la ley que criminaliza la inmigración ilegal. Si son atrapados, los refugiados se exponen a penas de prisión de hasta 3 años y a la expulsión.