Los aviones de la coalición liderada por Arabia Saudita han efectuado más de 50 bombardeos sobre zonas residenciales en territorio yemení, coincidiendo con una feroz ofensiva militar terrestre en la provincia de Marib.

Decenas de personas murieron en las últimas horas, entre ellas al menos 35 civiles, por los bombardeos de la aviación de la coalición contra zonas militares y civiles en la capital de Yemen, Saná, aseguraron la agencia yemení Saba y testigos.

Según la agencia, 35 civiles murieron y más de 120 resultaron heridos en un recuento preliminar de los ataques, que destruyeron varias vivientes en barrios residenciales y se prolongaron hasta la madrugada.


Una fuente de la administración local citada por Saba declaró que 25 civiles perdieron la vida y 70 resultaron heridos en ataques contra el barrio de Al Falihi, situado en el casco antiguo de Saná, considerado patrimonio de la humanidad por la Unesco.

Los ataques también afectaron a los barrios de Al Hasba, Al Yiraf y la calle Maareb, en el norte de Saba, indicó la agencia.

Según varios habitantes, los equipos de rescate y numerosos voluntarios continuaron hasta primeras horas de hoy retirando escombros de algunos hogares destruidos.

Por otra parte, varios testigos dijeron a Efe que aviones de combate atacaron al menos en diez ocasiones la sede del Ministerio del Interior y el cuartel de la Policía de Rescate, situados en el barrio de Al Hasba, en el norte de la ciudad.

La aviación atacó también la antigua sede del partido del Congreso Popular, liderado por el expresidente yemení Ali Abdalá Saleh, aliado de los huzíes y situada en la misma zona. Una casa de Saleh también resultó afectada por las bombas.

Los bombardeos, en el marco de la mayor ofensiva aérea contra la capital, hicieron temblar toda la capital yemení.

Ayer, murieron otros 38 civiles en bombardeos aéreos de la coalición de Arabia Saudí contra las provincias de Sada y Marib, en el noroeste del país.


Las milicias leales al expresidente Abd Rabu Mansur Hadi (exiliado en Arabia Saudita), apoyadas por soldados de Emiratos Árabes Unidos intentan controlar la ciudad de Marib, capital de la provincia homónima, y rica de petróleo, como paso previo para lanzar una ofensiva contra Saná.

En respuesta a los bombardeos, el ejército yemení y los Comités Populares atacaron varios bases militares dentro del territorio saudí, en Jizan y Asir.

Al menos un blindado fue dañado por los ataques en una base de Jizan, afirmó una fuente militar. Otros vehículos militares y excavadoras fueron destruidos en la localidad de Rabua (Asir) donde se registraron fuertes enfrentamientos con soldados saudíes, según la fuente