Una nueva masacre contra la población yemení fue cometida ayer por el Reino de Al Saud y sus aliados en la provincia de Taez. En el marco de la agresión iniciada desde seis meses para someter a Yemen a la voluntad de la dinastía saudí, la aviación agresora de la coalición bombardeó una sala donde se celebraba una boda.

Al menos 131 personas murieron en el ataque aéreo contra una boda en Yemen, según han indicado médicos este martes, en el que constituye uno de los peores ataques contra civiles.


La coalición liderada por Arabia Saudí ha negado su implicación en este bombardeo y uno de sus portavoces ha sugerido que las milicias locales podrían haber disparado los proyectiles.

Los residentes dijeron el lunes que dos misiles impactaron contra las carpas en la localidad de Al Wahijah, en el mar Rojo, cerca del puerto de Al Moja, donde un residente vinculado con los huzíes estaba celebrando una recepción por su boda.

Una fuente médica en un hospital local en Maqbana, donde fueron llevadas las víctimas, ha indicado este martes que el balance de muertos podría aumentar, debido a que hay decenas de heridos y que la mayoría está “en un estado crítico”.

De otra parte, las fuerzas invasoras continúan su ofensiva terrestre en Marib (este) donde se registran fuertes combates a diez kilómetros de la ciudad.

“El ejército yemení destruyó diez vehículos blindados de la coalición durante las operaciones militares, y causó muerte a varios mercenarios”, ha indicado una fuente militar.
La fuente también señaló que “un oficial de alto rango de Emiratos Árabes Unidos murió en los combates registrados al norte de Marib”.