Internacional
EE UU admite responsabilidad en bombardeo a hospital afgano
La decisión de atacar la zona del hospital se tomó en Estados Unidos
El principal general estadounidense en Afganistán admitió el martes que un bombardeo a una clínica de Médicos sin Fronteras, en el que murieron 22 personas, fue un error.
En su testimonio ante una audiencia de la Comisión de Servicios Armados del Senado, John Campbell dijo que la decisión de atacar la zona donde se encontraba el hospital, en Kunduz, se tomó en su país.

"La decisión de ordenar ataque fue una decisión de los Estados Unidos, realizado dentro de la cadena estadounidense de mando. Se atacó un hospital por error. Nunca atacaríamos intencionalmente una instalación médica protegida... Les aseguro que la investigación será exhaustiva, objetiva y transparente", declaró.
En la primera parte de su testimonio el lunes, Campbell admitió que el ataque fue llevado a cabo en respuesta a un pedido de fuerzas afganas. Inicialmente el ejército dio versiones contradictorias del suceso: primero declaró que el bombardeo se efectuó por accidente y que estuvo dirigido a proteger a efectivos estadounidenses que estaban en peligro.

Médicos sin Fronteras (MSF) afirma que tanto Kabul como Washington tenían conocimiento preciso de las coordenadas de GPS del hospital en Kunduz y que el ataque del sábado, que duró media hora, no se realizó por error. La organización no gubernamental considera que las declaraciones del gobierno afgano dan a entender que el hospital había sido deliberadamente atacado, lo que equivale a una admisión de un crimen de guerra.
Naciones Unidas también condenó el bombardeo. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, lo consideró "inexcusable" y pidió una "investigación imparcial" de los hechos.