El gabinete de seguridad de la ocupación israelí acordó la madrugada de este miércoles autorizar a la Policía a cerrar áreas en la Ciudad Santa de Al Quds (Jerusalén) y enviar soldados a centros urbanos y carreteras para reforzar a los policías, ante el incremento de la “intifada” palestina.

Los diez integrantes del gabinete aprobaron varias medidas propuestas por el primer ministro, Benjamin Netanyahu, al parlamento (Kneset) para tratar de detener el levantamiento de los jóvenes palestinos contra la ocupación.


Entre las medidas acordadas se incluye, además de las mencionadas, destruir casas de activistas, que ahora no se permitirá reconstruir en el sitio de la demolición.

También se incautarán de activos de los participantes en “ataques, manifestaciones, protestas y lanzar piedras”, y se revocará la condición de residente permanente de Jerusalén oriental a palestinos implicados en los ataques.

El gabinete de seguridad decidió aumentar las fuerzas operativas de la policía, y contratar a 300 guardias de seguridad para el transporte público en Jerusalén.

El martes, Netanyahu anunció que se adoptarían "medidas audaces para acabar con la incitación y el terrorismo", según su expresión, que serán aplicadas cuanto antes.

Tensión en Cisjordania y Gaza

Este martes la tensión seguía viva en Cisjordania ocupada, donde los palestinos estaban convocados a una "jornada de la ira" y numerosos choques opusieron a cientos de jóvenes que arrojaban piedras y a los soldados israelíes en Bet Eil, cerca Ramala, Qalandiya y Belén. Un palestino de 28 años murió en los enfrentamientos, según fuentes médicas.


En Gaza, un millar de jóvenes lanzaron piedras y artefactos incendiarios contra el punto de acceso de Erez, una suerte de fortaleza israelí situada en la barrera de seguridad que rodea al territorio palestino. Al menos 32 palestinos resultaron heridos por disparos israelíes, según socorristas palestinos.

Cuatro muertos en Al Quds

Al Quds vivió este martes su jornada más sangrienta desde el inicio de la escalada entre ocupantes israelíes y palestinos, con un balance de tres muertos en dos ataques y otro en unos enfrentamientos de palestinos con soldados israelíes.

Con la muerte de Moataz Zauahra, de 28 años, el balance de víctimas desde el 1 de octubre, es de una treintena de palestinos y siete israelíes muertos.

Según un portavoz del ejército de ocupación israelí, los soldados dispararon contra un hombre que estaba a punto de lanzar un cóctel molotov sobre un vehículo militar y que representaba una "amenaza inmediata".