Las fuerzas kurdas iraquíes entraron este viernes en Sinyar, en el segundo día de ofensiva para arrebatar esta ciudad del norte de Iraq al grupo terrorista Daesh.

Esta mañana, unos combatientes kurdos (peshmerga) entraron a pie, desde el norte, a la ciudad ya asediada por el este y el oeste, en el marco de la ofensiva iniciada el jueves con la ayuda de combatientes ayzidíes y de los ataques aéreos de la coalición internacional.


Sinyar está "aislada por combatientes o disparos", afirmó por la mañana el coronel Steve Warren, portavoz de la coalición internacional, en referencia a los bombardeos aéreos.

“Daesh ha sufrido una gran derrota en la batalla frente a las fuerzas de la Peshmerga”, ha indicado el comando de las fuerzas kurdas en un comunicado, afirmando que “más de 100 cadáveres de terroristas han sido abandonados en el campo de batalla”.

“El avance de las fuerzas de Peshmerga continúa”, afirma la nota señalando que “hay que esperar que los artificieros desactivaran los explosivos” para limpiar toda la ciudad.

Un oficial de la inteligencia militar estadounidense, el capitán Chance McCraw, estimó en Bagdad que la peshmerga se enfrentará a 300 o 400 terroristas de Daesh que se encuentran dentro de la ciudad.

La caída de Sinyar significa cortar la línea de comunicación (entre Mosul y Siria) lo que afectará la ruta de suministro y la capacidad de aprovisionamiento de Daesh.