El presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza, ha sugerido que podría combatir militarmente a la fuerza de paz impuesta por la Unión Africana, con la que este bloque quiere proteger a la población civil tras meses de encarnizada violencia.


En sus declaraciones más firmes hasta la fecha, Nkurunziza ha instado a “respetar las fronteras de Burundi”. “En caso de que se violen estos principios, habrán atacado al país y todos los burundeses se levantarán y lucharán contra ellos”, ha advertido.

El mandatario ha advertido de que su país “responderá” a los planes de la Unión Africana, que ha planeado el envío de una misión de 5.000 efectivos utilizando, por primera vez, una cláusula que le permite actuar al margen de lo que opine el Estado afectado.

Más de 220.000 personas han tenido que abandonar sus hogares en Burundi desde que la aspiración de Nkurunziza a un tercer mandato desatase una grave crisis política y social en abril. La oposición tomó las calles, pero la Justicia avaló los planes del presidente y fue reelegido en julio.