Al menos nueve personas murieron y 20 resultaron heridas por bombardeos de la aviación saudí contra una instalación petrolera en el puerto de Ras Isa, en el oeste del Yemen.


La instalación empleada para almacenar diesel para la distribución local, ubicada en la ciudad costera de Al Hadida, a orillas del Mar Rojo, ha sido blanco de un bombardeo que causó víctimas mortales entre los trabajadores.


La aviación agresora volvió a atacar nada más llegaban los socorristas para atender a los heridos. El segundo bombardeo alcanzó a los mismos socorristas convirtiendo sus cuerpos en “masas carbonizadas”, tal como muestran las imágenes, que recuerdan a las salvajadas del grupo terrorista Daesh.


Pese a las impactantes escenas de la barbarie de la agresión saudí contra Yemen y las múltiples masacres contra su pueblo, ni las organizaciones internacionales ni la comunidad mundial han movido un dedo para defender a los inocentes civiles, ni siquiera condenando las atrocidades saudíes al estilo terrorista de Daesh.