Una niña palestina de 13 años murió este sábado a consecuencia de los disparos efectuados por un guarda de seguridad en una colonia israelí en Cisjordania. La Policía de la ocupación justificó el “crimen” alegando que la joven palestina pretendía apuñalar al guarda israelí, calificando a la víctima de agresora.

Un comunicado policial informa de que la “presunta agresora” se acercó a primera hora del día a la entrada del asentamiento de Anatot e intentó apuñalar al guarda de seguridad que custodia el mismo.


El guardia logró evitar el ataque y disparó, hiriendo de gravedad a la mujer antes de que fuerzas de seguridad israelíes se desplazaran a la zona del suceso. La joven palestina no logró herir a nadie, se indica en la nota policial.

La niña ha sido identificada por fuentes oficiales palestinas como Ruqaya Eid Abu Eid. El padre de la niña que llegó poco después del suceso, ha sido detenido por la Policía para su interrogatorio

El suceso se enmarca en la ola de ataques que vive la zona desde el mes de octubre que ha causado ya la muerte de 162 palestinos, 26 israelíes y dos extranjeros. Uno de los extranjeros muertos, que era judío eritreo, fue disparado y posteriormente linchado por judíos al ser confundido por palestino.