El clan de Al Saud busca venganza por las derrotas sufridas en el terreno en Yemen, y no encuentra otra forma que incrementar sus masacres contra los inocentes civiles. En 300 días de agresión, el régimen saudí no ha podido conseguir ningún objetivo más que sembrar la muerte entre la población yemení, mientras la resistencia yemení formada por el Ejército y los Comités Populares asesta duros golpes a los agresores.


“Unidades del ejército yemení, respaldas por los Comités Populares, hicieron frente este domingo a una ofensiva militar saudí en la localidad de Rabua”, ha indicado una fuente militar.

La fuente precisó que más de 30 soldados saudíes cayeron entre muertos o heridos en la fracasada intentona, además de que cinco blindados fueron destruidos. El ejército yemení se quedó con un importante botín de armas y municiones tras la retirada de los agresores, añadió.

La televisión oficial saudí reconoció que sus tropas fracasaron en su intento de avanzar hacia la ciudad de Rabua, y que entre los muertos en el ataque hay un oficial llamado Saad al Subaeí.

Un bombardeo de la agresión saudí mata a un juez yemení

El juez yemení Yehia Rabid murió este lunes junto a seis miembros de su familia en un bombardeo efectuado por la llamada “coalición árabe”, liderada por Arabia Saudí.


El ataque aéreo tuvo como blanco la vivienda del magistrado, situada en el barrio de Al Nahda, en el norte de la capital Saná, y causó muerte al juez, a su esposa, y a cuatro de sus hijos.

El juez Yehia Rabid era el responsable de procesos relacionados de casos de traición y “colaboración con el enemigo”, en el juzgado penal de la capital Saná.