Al menos ocho personas han muerto y otras 35 han resultado heridas como consecuencia de una bomba detonada por un terrorista suicida talibán contra un convoy de las fuerzas de seguridad paquistaníes que protegía los juzgados de la ciudad paquistaní de Quetta, una de las zonas mejor custodiadas de la localidad.


De los fallecidos al menos dos han sido identificados como miembros del Cuerpo de Fronteras, según el oficial Imtiaz Shah, que confirmó que los talibán paquistaníes han asumido la responsabilidad del atentado, según informa el medio paquistaní Dawn.

La bomba ha causado graves daños materiales en los edificios adyacentes de la ciudad, capital de la provincia de Baluchistán, una de las más violentas del país y escenario, desde hace más de una década de atentados, asesinatos selectivos y enfrentamientos sectarios.