El ejército sirio, junto a sus aliados de Hezbolá y Los Comités Populares, siguen su avance en áreas al norte de la provincia de Alepo tras romper el cerco a las dos localidades, Nubbal y Zahraa, después de casi cuatro años de asedio por parte de grupos terroristas.


Las tropas sirias se han apoderado de varias colinas al suroeste de Azahraa, cerca de la población de Atamura. Antes habían liberado las localidades de Mayer y Kiffin, al norte de Nubbal.

Así las fuerzas armadas sirias y sus aliados han flanqueado prácticamente a los terroristas del Frente al Nusra, la rama siria de Al Qaeda, y a otros grupos, desplegadas en Byanun, Hayyan, Anadan y Haritán, desde el este y el oeste.


Según informes del campo de batalla, más de 15 armados murieron en los últimos enfrentamientos en el área.

Los aviones sirios lanzaron panfletos sobre la ciudad de Haritán, en los cuales se anuncia que el Ejército iniciará una amplia ofensiva en la zona “hasta liberarla de los terroristas”, y se pide a la población “expulsar a los armados extranjeros” de la urbe, en cuanto a los “armados sirios” les pide “abandonar las armas y entregarse a las autoridades para proceder a arreglar su situación”.