Más de 100 personas murieron en un incendio ocurrido este domingo a causa de unos fuegos artificiales mal controlados en un templo del sur de India, al que habían acudido miles de familias.

El total de muertos es de 106 personas, de las cuales 75 fueron identificadas, según un portavoz del jefe del gobierno del estado de Kerala, Oommen Chandy.

Unas 280 personas resultaron heridas y "nuestra prioridad es brindarles la mayor ayuda posible", agregó.

La catástrofe se produjo en el templo hindú de Puttingal Devi en la ciudad costera de Paravur, en el estado de Kerala, durante las celebraciones del Año Nuevo hindú.


"No hay palabras para decir hasta qué punto el incendio en el templo de Kollam es doloroso y chocante. Mis pensamientos están con las víctimas de los fallecidos y mis oraciones, con los heridos", escribió el primer ministro Narendra Modi en Twitter.

En las imágenes difundidas en televisión podían verse fuertes explosiones y columnas de humo, así como a los heridos llegando a los hospitales locales.

Bomberos y policías pasaron parte de la noche luchando contra las llamas en el templo y ayudando a las víctimas.

Al amanecer podían verse restos calcinados en el suelo del templo y la policía examinaba los ingenios pirotécnicos que no habían estallado.

Un diputado del parlamento local indicó que uno de los cohetes cayó en el edificio donde estaban almacenados los fuegos de artificio que debían ser lanzados a continuación.

"El incidente ocurrió cuando ya se había lanzado el 75% de los fuegos. Al final ha sido una suerte, porque el balance de muertos podría haber sido muchísimo mayor", declaró a la televisión.