El Ejército sirio continúa su avance hacia Raqqa, el principal bastión de Daesh en Siria, con el empleo de pequeñas unidades respaldadas por mayor poder de fuego artillero y de la aviación.

Los terroristas de Daesh recurrieron de nuevo a coches bombas conducidos por suicidas contra las posiciones avanzadas de las fuerzas sirias pero lograron ser neutralizadas con el empleo de misiles térmicos y el efectivo fuego de los tanques T-90, entre otros medios.


Fuentes militares revelaron que fue recuperado el campo petrolero de Thawra y un complejo de una zona industrial cercana, lo cual les permite situarse a menos de 10 kilómetros del aeropuerto de Tabqa, último punto de resistencia de Daesh antes de Raqqa, autoproclamada capital de ese grupo terrorista.

Los combates, indicaron los fuentes, son duros y en medio de zonas desérticas rodeadas de colinas que caracterizan esas zonas, ubicadas a más de 500 kilómetros al noreste de Damasco y en la que participan unidades de especiales de los Halcones del Desierto y la Infantería de Marina, entre otros.

De acuerdo con las informaciones, Daesh emplea armamento de avanzada recibido desde zonas de la frontera con Turquía pero recurre a tácticas desesperadas como el empleo de suicidas para intentar frenar los avances del Ejército.