Después de sabotear la conductora de agua y dejar la capital siria, Damasco, sin agua potable, los grupos terroristas atacaron con morteros el céntrico barrio de Bab Tuma, uno de los que forma el Casco Histórico de Damasco. El ataque de hoy causó ocho muertos y una docena de heridos, según reportes de última hora.

Las autoridades acordonaron toda la Ciudad Vieja de la capital siria para facilitar el acceso de ambulancias y los primeros auxilios a la concurrida zona en medio de un día de trabajo normal en la ciudad.


De acuerdo con las informaciones, los proyectiles de mortero impactaron en una cafetería y un restaurante del mencionado barrio, habitado mayormente por cristianos aunque de habitual afluencia de una buena parte de los habitantes de Damasco.

De igual forma, las autoridades indicaron que un cohete impactó cerca de una escuela en la zona del llamado distrito 86, en el barrio de Mezzeh y aunque no provocó víctimas causó serios daños materiales.

Ayer domingo, los terroristas sabotearon la conductora de agua potable que abastece a Damasco, que quedó totalmente destruida, según informaciones oficiales.

Hussam Hreidin, director de la entidad encargada, dijo que se trabaja intensamente para garantizar la entrada a la zona de brigadas especializadas en el mantenimiento y reparación de la planta.

Esa instalación, ubicada cerca de la capital siria, se abastece del río Baradá, de 84 kilómetros de longitud, principal fuente en la región sur del país y que nace en la Cordillera del Líbano.