El representante permanente de Siria ante la ONU, Bashar Yaafari, afirmó en el Consejo de Seguridad que su país no renunciará a una pulgada de su territorio ni a derrotar el terrorismo que lo azota.

“El embajador británico aquí, uno de los tres que pidió esta sesión, dijo que Siria estaba rota y a punto de morir, y quisiera asegurarle que no lo está ni lo estará”, sentenció Yaafari en una reunión de emergencia convocada por Estados Unidos, Francia y Reino Unido para analizar la situación en Alepo.

Recordó que Alepo es parte de Siria y por tanto su Gobierno la recuperará.

“Si los Estados miembros de esta organización tienen una sola capital, pues les diré que mi país tiene dos, Damasco y Alepo”, subrayó.


De acuerdo con Jaafari, occidente, y en particular las tres potencias con escaño permanente en el Consejo de Seguridad, apelan al doble rasero en temas como la lucha antiterrorista y el humanitario.

A su juicio, la convocatoria a la sesión de emergencia no es más que un mensaje de apoyo político al Frente al Nusra y a los grupos afiliados.

“Cuando el terrorista francés Mohamed Merah fue ultimado en Toulouse por las fuerzas especiales con 300 balas, Siria y otros Estados nunca describieron a ese terrorista como un opositor moderado”, señaló.

Por su parte, el representante permanente de Rusia, Vitaly Churkin, denunció que occidente arma con tanques, lanza cohetes y otros artefactos modernos al Frente al Nusra, al cual acusó de utilizar a los civiles como escudos humanos en Alepo.

“Las más de 200 mil personas residentes en Alepo son rehenes de al Nusra y sus aliados”, expresó.

El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, intervino en la reunión de emergencia del órgano de 15 miembros, y su discurso también fue crítico hacia Damasco.

Aunque De Mistura admitió la presencia del Frente al Nusra en Alepo, esgrimió que eso no justifica la escalada de los bombardeos contra la ciudad.