La quema de seis autobuses destinados a la evacuación de civiles de dos localidades sirias dejó por un tiempo “paralizado” el plan para retirar a los armados que todavía quedaban en los barrios orientales de Alepo, que quedó suspendido hasta nuevo aviso.

La operación de evacuación se reanudó este domingo tras dos días de bloqueo, pero volvió a estancarse horas después tras la quema por parte de grupos terroristas de seis autobuses que se dirigían a las dos localidades, Fua y Kefraya, en la provincia de Idleb y están cercadas por grupos terroristas.


Las informaciones sobre los autores de la quema de autobuses apuntan al grupo Frente al Nusra. Uno de los negociadores del plan de evacuación, Omar Rahmoun, acusó a Al Nusra de provocar el incendio después de que “sus miembros hayan salido de Alepo” para “quemar lo que queda de la ciudad” con ese acto.

Por su parte, el líder de Yaish al Ahrar (una rama de Ahrar al Sham) criticó a los armados que incendiaron los autobuses considerando que el hecho se enmarca en los intentos para “hacer fracasar el plan de evacuación”.


En el incendio falleció el chófer de uno de los autobuses, un hombre que cumplía una misión humanitaria, cuya identidad se quedará desconocida para muchos medios de información que solo les interesa “los pobres armados de Alepo”.