El embajador Andréi Kárlov asesinado en Turquía fue enterrado con honores militares en el cementerio Jímkinskoe, en el norte de la capital rusa. A los funerales asistió el presidente de Rusia, Vladímir Putin.


El féretro envuelto con la bandera nacional estuvo escoltado por la guardia de honor y una orquesta militar acompañó la ceremonia fúnebre.

El 19 de diciembre en Ankara un individuo armado disparó por la espalda al embajador en una exposición fotográfica, nueve de las once balas impactaron en su cuerpo.

El atacante que también hirió a otras tres personas fue abatido por las fuerzas de seguridad. Moscú catalogó el ataque como un acto terrorista.