Las abundantes nevadas registradas desde el jueves en Afganistán han provocado más de 100 muertos, entre ellos medio centenar de personas cuyo pueblo, en la provincia de Nurisrán (noreste) quedó sepultado.


“Al menos fueron recuperados cincuenta cuerpos, pero otro poblado, también sepultado, está fuera del alcance” de los socorristas, declaró Mohamad Omar Mohamadi, uno de los portavoces del Ministerio de Catástrofes Naturales afgano.

Las intensas nevadas abarcan 22 de las 34 provincias del país, donde más de 150 viviendas quedaron destruidas y otras 50 se averiaron seriamente, añadió Mohamadi.

Además, los deslizamientos ocurridos tras las tormentas de nieve, mataron a 550 animales y arrasaron con más de mil hectáreas de tierra agrícola, aseguró el funcionario.


La capital afgana, Kabul, despertó el domingo con un manto de nieve de 30 a 40 centímetros de espesor, inédito en al menos cinco años.