Al menos ocho soldados sirios murieron por ataques de la artillería turca contra la ciudad de Manbij, al noreste de Alepo, y que las unidades kurdas habían entregado a las fuerzas gubernamentales hace apenas 24 horas, confirmaron fuentes militares.

Esos ataques son un intento de detener los éxitos del Ejército sirio y las fuerzas que le respaldan en su guerra contra las organizaciones terroristas y grupos afiliados respaldados por Turquía, subrayó este viernes una declaración oficial.


El Gobierno sirio reitera las denuncias por la presencia de tropas turcas desde agosto de 2016 en el oriente de la provincia de Alepo, fronteriza con ese país y bajo el pretexto de una operación denominada Escudo del Éufrates, presuntamente dirigida contra Daesh.

En realidad, de acuerdo con las fuentes, las tropas turcas ocuparon la ciudad de Jarablus, justo en la línea fronteriza, y avanzaron hacia Manbij y Al Bab en operaciones donde enfrentaron a efectivos de las Fuerzas Democrática Sirias (FDS).

Estas últimas acordaron recientemente ceder al Ejército sirio posiciones en las localidades mencionadas para impedir el avance turco dentro del país, según declaraciones de sus órganos de dirección.

La mediación de Rusia había frenado hasta el momento enfrentamientos de mayor envergadura en toda la región oriental de la provincia de Alepo pero la situación no deja de ser altamente compleja en estos instantes.