A 126 ascendió el número de víctimas mortales por el brutal atentado perpetrado el sábado contra una caravana que trasladaba civiles evacuados de las localidades sirias de Foua y Kefraya hacia Alepo.


Balances preliminares apuntan que entre los muertos figuran al menos 60 niños y un gran número de mujeres, así como miembros de organizaciones humanitarias como la Media Luna Roja Siria.

De acuerdo con testimonios transmitidos por la televisión siria, un individuo aparcó un camión presuntamente de alimentos cerca de los ómnibus que esperaban autorización para proseguir la marcha y cuando un gran número de personas se agrupó, hizo estallar el vehículo.

El suicida terrorista llamó la atención en especial de los pequeños para que se acercaran a él, antes de estallar el explosivo.