La ocupación israelí mantiene aislado desde al líder de Al Fatah, Marwan Barguti, promotor de la huelga de hambre que desde el lunes secundan más de mil quinientos prisioneros palestinos en cárceles israelíes y ha suspendido las visitas a todos los prisioneros palestinos.

Tras el inicio de la protesta masiva, el Servicio de Prisiones de la entidad sionista ha cancelado las visitas familiares a todos los presos hasta nuevo aviso, aseguró el portavoz del “Comité de Asuntos de los Prisioneros y Liberados” palestinos, Akram Atalah Alayasa.

Barguti fue trasladado la noche del lunes de la prisión de Haradim, donde cumple una condena de cinco cadenas perpetuas por participar en la Segunda Intifada, a una celda aislada en Jamala, en el norte de Palestina ocupada.


Otros líderes de la misma organización nacionalista han sido también reubicados en esta prisión, entre ellos, Karem Younis y Hamud Abu Soroor, mientras que Naser Ewees, Mahamad Zawahra y Anas Jardat fueron trasladados a la cárcel de Ayala, cerca de Beer Sheva.

El ministro de Seguridad Pública israelí, Gilad Erdan, ha declarado que no habrá ninguna negociación con los prisioneros, posición que apoya el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y el ministro de guerra, Avigdor Lieberman, según informó el periódico hebreo Haaretz.

Desde el lunes, más de 1.500 prisioneros palestinos están en huelga de hambre indefinida para demandar la mejora de sus condiciones, entre ellas, la ampliación del régimen de visitas, el acceso a tratamientos sanitarios y el fin del aislamiento y la detención administrativa que permite a la ocupación israelí encarcelar sin cargos ni juicios.