El liberal Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen se disputarán dentro de dos semanas la presidencia de la República en la segunda vuelta de elecciones que este domingo habrían confirmado una gran derrota para el centroderecha y centroizquierda, que han dominado la política francesa durante 60 años.

Macron, un exbanquero y exministro de Economía, cosechaba el 23,75 por ciento de los votos frente al 21,53 por ciento de Le Pen, según las cifras parciales divulgadas por el Ministerio del Interior una vez concluido el escrutinio.


Nuevas encuestas de opinión dan ventaja a Emmanuel Macron, de 39 años, frente a la líder de extrema derecha Marine Le Pen, 48 años, en la segunda vuelta que se celebraráel 7 de mayo.

Los candidatos conservadores y socialistas rivales instaron a sus partidarios a poner sus energías en apoyar a Macron y frenar cualquier posibilidad de una victoria en segunda ronda de Le Pen, cuyas políticas contra la inmigración y antieuropeas dicen que supondrían un desastre para Francia.

El primero, el socialista Benoit Hamon, que compareció ante su público minutos después de cerrar los colegios electorales para reconocer la derrota y pedir el voto para Macron. “Llamo a luchar con todas nuestras fuerzas contra el Frente Nacional. Aunque no sea de mi partido, prefiero ver en el poder a un adversario que a un enemigo de la República”.


El primer ministro francés, Bernard Cazeneuve, tampoco dudaba: “La presencia de un candidato de extrema derecha 15 años después del impacto que hubo en 2002 nos obliga a unir a todos los republicanos en su contra“.

Hasta François Fillon, el candidato de la derecha tradicional, ha pedido el voto para Macron. “Es una inmensa decepción, no pudimos abordar en la campaña las dificultades de los franceses ni el balance del (presidente) François Hollande, ni los proyectos”, reconocía desolado.