Las protestas que se han llevado a cabo junto a la vivienda del presidente de Brasil, Michel Temer, ubicada en el oeste de Sao Paulo, en el marco de la huelga general convocada durante la jornada de este viernes, han derivado en un enfrentamiento entre manifestantes y agentes de la Policía.


Las autoridades han tratado de dispersar a los manifestantes utilizando las denominadas bombas “de efecto moral”, balas de látex y gas lacrimógeno, mientras algunos manifestantes, encapuchados, han lanzado piedras y blandido palos.

“No es la primera vez que las manifestaciones acaban en la casa del presidente. Vamos a actuar exactamente como hemos actuado en otras ocasiones: lo vamos a impedir, bloqueando la entrada a la casa”, dijo el secretario de Seguridad Pública de Sao Paulo, Mágino Barbosa.