Un importante comandante iraquí espera expulsar a Daesh desde Mosul en mayo, a pesar de la resistencia de los terroristas en un distrito densamente poblado.

La batalla debería terminar “en un máximo de tres semanas”, dijo el jefe del estado mayor del Ejército iraquí, teniente general Othman al Ghanmi, en una entrevista con el diario estatal Al Sabah publicada el domingo.

El grupo terrorista Daesh ha perdido la mayoría de los distritos de la ciudad desde que comenzó la ofensiva en octubre y ahora está rodeado en el noroeste de la urbe, incluido el Casco Antiguo donde se encuentra la simbólica mezquita Al Nuri.


Naciones Unidas cree que hasta medio millón de personas permanecen en el área que aún controlan los milicianos en Mosul, 400.000 de los cuales viven en la Ciudad Vieja con poca comida y agua y sin acceso a hospitales.

Los terroristas utilizan a los civiles como escudos humanos para evitar ataques de las fuerzas iraquíes que siguen su paulatino avance hacia la Gran Mezquita de la Ciudad Vieja.

En esa mezquita, famosa por su alminar inclinado, el líder de Daesh, Abu Bakr al Baghdadi, declaró su califato en 2014.