Internacional
Un grupo de insurgentes en Afganistán promete no regresar al frente de guerra
Una veintena de talibanes y miembros de Daesh entregan sus armas
Casi una veintena de milicianos talibanes y miembros de Daesh entregaron sus armas en un acto en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán, lo que eleva a unos 850 el número de talibanes que se han sumado al proceso de paz en los últimos años en la conflictiva región.
“Los quince talibanes y tres combatientes de Daesh renunciaron hoy a su lucha armada y se unieron al proceso de paz”, indicó el portavoz del gobernador provincial, Attaullah Khogyanai, quien dijo que todos prometieron no “regresar al frente de guerra”.

Durante la ceremonia, los insurgentes, la mayoría de ellos con la cara tapada con pañuelos, entregaron a las autoridades un arsenal de fusiles de asalto AK-47, lanzamisiles y otras armas para posteriormente abrazar a los oficiales a los que hasta ahora trataban de matar.
Según Khogyanai, el comando talibán estaba activo en tres distritos del sur de Nangarhar, donde llevaba a cabo “actividades destructivas” y ataques armados contra la fuerzas de seguridad afganas.
Se unieron al proceso de paz, agregó, gracias a los esfuerzos de la principal agencia de inteligencia del país, el Directorio Nacional de Seguridad, como ya hicieron en los últimos años más de 800 miembros de sus filas, según el portavoz.