Un hombre armado mató el domingo al menos a 26 fieles e hirió a otros 20 en una iglesia en el sureste de Texas, dijeron las autoridades, en un nuevo tiroteo masivo que sacude a Estados Unidos.

El sospechoso, vestido con un equipo táctico negro, un chaleco antibalas y portando un fusil de asalto, abrió fuego al entrar en la Primera Iglesia Baptista en Sutherland Springs, en el Condado Wilson, a unos 65 kilómetros al este de San Antonio.

Las víctimas tenían entre 5 y 72 años de edad, dijeron responsables de seguridad en una conferencia de prensa.

Después del tiroteo, el hombre, descrito como un veinteañero blanco, recibió disparos de un residente local. Luego huyó en su vehículo y posteriormente fue hallado muerto en el vecino Condado Guadalupe.

No estaba inmediatamente claro si el sospechoso se suicidó o si fue alcanzado por los disparos, dijeron las autoridades.

“Estamos lidiando con el mayor tiroteo masivo en la historia de nuestro estado”, dijo el gobernador de Texas, Greg Abbott, en la conferencia de prensa. “Por supuesto, la tragedia es aún peor por el hecho de que ocurrió en una iglesia, un lugar de oración donde esas personas inocentes fueron abatidas”.

Las autoridades no revelaron ni la identidad del sospechoso ni el posible motivo de su acción. Responsables de seguridad no identificados han dicho que el atacante era Devin P. Kelley, descrito como un individuo blanco de 26 años, informaron The New York Times y otros medios.